Spin 360 es una sociedad de asesoramiento de sostenibilidad que también acompaña a las empresas en itinerarios formativos y de compromiso. ¿Cómo está cambiando el mundo de la sostenibilidad?

Operamos en un entorno global que cambia rápidamente. Hay datos, evidencias científicas, que nos dicen que, ahora más que nunca, hay que hacer algo.

El calentamiento global es una cuestión, pero no la única; también son importantes la superpoblación y los microplásticos hallados en las células humanas. La legislación va igual de rápido tratando de acompañar el cambio: Europa está en la vanguardia. Hace veinte años, cuando comencé a dedicarme a este trabajo, la legislación medioambiental se centraba en el control de los parámetros de contaminación: emisiones, agua y residuos generados por la industria. Hoy hablamos de ESG, de responsabilidad extendida de las empresas, del diseño de productos teniendo en cuenta su final de vida, de análisis del ciclo de vida, control de las cadenas de producción y distribución, análisis de riesgos. Es un enfoque completamente diferente.

 

¿Qué acciones deben realizarse, dentro y fuera de las empresas, para cumplir los compromisos?

Las empresas deben alrededor del 90% de su huella de carbono a lo que compran y, por lo tanto, a la cadena de suministro. Muchas empresas han realizado grandes inversiones para reducir su huella de carbono pero después han visto que gran parte de su impacto medioambiental viene dado por lo que compran y que la electricidad, en realidad, genera el 1% de su huella. Nos hallamos, pues, ante un cambio histórico: las industrias tendrán que trabajar con sus proveedores. El futuro de la sostenibilidad se asegura en la cadena de suministro y este camino pasa asimismo por la formación, en primer lugar, y por la comunicación, después, como clave de compromiso. Por parte de quienes toman las decisiones y de los usuarios, pero también dentro de las empresas y en los procesos anteriores y posteriores a los de la cadena de producción.

 

Así que hay que servirse de nuevas herramientas y cambiar el enfoque…

Existen cuatrocientas sesenta y cinco certificaciones medioambientales en el mundo entero, lo cual equivale a no tener ninguna. No existe un estándar único que pueda representar la sostenibilidad de una empresa, asunto amplio y complejo.  El nuevo enfoque, en el que estamos acompañando al Grupo, una empresa manufacturera de excelencia, requiere la implicación de la cadena de suministro. Usando la comunicación como clave para la mejora y siguiendo con los controles.  Creemos que solo con la integración completa de la sostenibilidad en todas las funciones de la empresa —ahora a menudo asignadas a unidades especiales— podremos decir que hemos dado un paso adelante, así como con la implicación de las personas. Lo mismo que ocurrió hace muchos años con respecto a la calidad.