
Estamos acostumbrados a asociar el gres porcelánico y la cerámica a ámbitos del hogar en los que, por su función específica, prestaciones técnicas tales como la resistencia y la durabilidad son prioritarias: el baño, la cocina, los espacios exteriores.
La evolución estética y decorativa de estos materiales, sin embargo, ha llevado a resultados de tal excelencia que hoy se ha replanteado su papel para brindar soluciones de interiorismo y arquitectura. Ahora también se emplean para solar pavimentos o revestir paredes e incluso muebles y elementos decorativos fijos, circunstancias en las que el aspecto tecnológico, aun siendo importante, no ocupa el primer puesto en la clasificación de las exigencias.