
Un proyecto a largo plazo, ¿cuál es su origen?
Nace de una historia y una cultura empresarial que en su desarrollo siempre ha prestado la máxima atención a las personas, a la contención del impacto medioambiental y a la mejora de los resultados, es decir, a la sostenibilidad tal como se entiende hoy día, en sus tres pilares: personas, medio ambiente y gobernanza. La agenda de la ONU, el Green Deal y las nuevas directivas europeas y no europeas, autodeclaraciones, certificaciones medioambientales y sociales, han aumentado la sensibilidad, pero también la confusión, sobre todo en estos últimos años. Por ello hemos decidido dejar las cosas bien claras, con un enfoque abierto, escuchando la opinión de las partes implicadas, interiores y exteriores, para definir conjuntamente los temas cruciales en los que trabajar como empresa.
El nombre ya dice mucho; el objetivo es compartir y ser transparentes…
Hemos contribuido de manera determinante en nuestra historia a hacer de la industria cerámica una producción de ciclo cerrado, en la que todo se reaprovecha y se recicla, pero pensamos que el enfoque en pro de la sostenibilidad debe ser abierto e interdisciplinario. La sostenibilidad es patrimonio de todos —de la empresa, los trabajadores, los proveedores, los colaboradores, las futuras generaciones, los territorios—, y para crecer tiene que estar concienciada, ha de ser compartida y debe acoger las más diversas aportaciones. De ahí el nombre y la imagen que hemos elegido, un círculo abierto, el comienzo de un camino que parte de una mayor concienciación.
“La atención puesta en las personas”, ahora más que nunca
El año pasado realizamos entrevistas y un sondeo que vieron involucrados a empleados a todos los niveles de la organización, así como a proveedores e instituciones. La formación, en el ámbito específico ESG, se reveló como uno de los temas cardinales. Es complicado, sobre todo para una empresa que exporta a más de ciento cuarenta países, orientarse entre cientos de certificaciones medioambientales, y es igual de difícil reconocer como elementos distintivos actividades que se vienen desempeñando desde hace muchos años; pienso por ejemplo en la EPD en el campo medioambiental, en la certificación Top Employer en la esfera social o en los procedimientos y obligaciones que tenemos en el ámbito de la gobernanza al formar parte de un grupo cotizado en los Estados Unidos de América. Hemos organizado, junto con los mejores expertos, un verdadero itinerario formativo sobre los pilares “E”, “S” y “G”, en cinco idiomas, dirigido a todo el personal de la empresa y a nuestros agentes, que ha visto involucradas a casi mil personas, con las que se ha abierto un hilo directo sobre estas cuestiones.
Ahora avanzamos juntos, ¿cuáles son las próximas etapas?
Mejorar ulteriormente y de forma sensible —con respecto a lo hecho hasta ahora, en otros asuntos relevantes, como el consumo de materias primas y energía necesarias para la fabricación y la calidad de nuestros productos— son retos que hoy se antojan inalcanzables. La innovación nos ayuda día tras día a mejorar los procesos y los productos, a utilizar de modo más responsable las fuentes de energía y las materias primas, a favorecer la circularidad de los materiales de la elaboración y de los embalajes, garantizando la seguridad y la salubridad de nuestras instalaciones, para las personas que trabajan en los mismos y para las comunidades del entorno. Todo lo que es introducido en el ciclo productivo es recuperado al 100%, y en el caso de las aguas industriales, incluso al 127%, pero estamos seguros de podemos seguir mejorando, gracias a una cultura de la sostenibilidad más difusa, que tenga en cuenta de manera consciente los tres pilares sobre los que se asienta: las personas, el medio ambiente y los resultados, sin los cuales no sería posible dar continuidad y solidez financiera y económica a las políticas de sostenibilidad medioambiental y social.