Colocación en seco sobre grava. La grava representa un sustrato muy drenante y permite realizar revestimientos de gran impacto estético en ausencia de un sustrato de cemento, incluso en lugares donde no es posible construir o colocar pavimentos permanentes. Caracterizada por una estética contemporánea, la colocación en seco sobre grava es una solución práctica y versátil que da realce a patios, cenadores, pérgolas, accesos peatonales, caminos, terrazas panorámicas, zonas perimetrales en piscinas particulares y, en general, zonas de relax.
Instrucciones para la colocación en seco sobre grava
1. Preparación del sustrato
- Disponer un elemento de contención, denominado ‘bordillo', a lo largo del perímetro de la superficie que se desea pavimentar, para garantizar una sujeción adecuada.
- Retirar una capa de tierra, aproximadamente de entre 10 cm (terreno poco deformable) y 20 cm (terreno deformable).
- Uniformar el fondo del terreno con un rastrillo, una regla y un nivel.
- Compactar el terreno para incrementar la estabilidad de la pavimentación.
- Colocar una capa de tejido no tejido (TNT) sobre el fondo para impedir que crezca la vegetación.
- Esparcir una capa de grava de granulometría mixta (con calibres de 16-35 mm) con un espesor de unos 10 cm para facilitar el drenaje de las aguas pluviales.
- Compactar de modo enérgico el sustrato, que deberá tener una pendiente del 2 % como mínimo para asegurar un correcto drenaje.
2. Lecho de colocación
- Preparar un lecho de grava (con una granulometría de 4-8 mm) de 10 cm de altura como mínimo y nivelarlo adecuadamente. Es importante garantizar la planeidad correcta del lecho de colocación durante todas las fases de realización.
3. Colocación de las placas
- La colocación en seco permite pisar la superficie de tránsito de las placas inmediatamente durante su colocación.
- La alineación de las juntas debe comprobarse cada 5 m, a medida que se avanza con la colocación.
- Para obtener una buena planeidad, la pavimentación se refuerza con un listón y un mazo de goma (blanco).
4. Realización de las juntas
- Se recomienda colocar las placas cerámicas con juntas de 4 mm como mínimo, utilizando para ello separadores adecuados. Las juntas pueden dejarse vacías o bien se pueden rellenar con arena fina, incluso estabilizada con cemento.