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- 4 Formato
- 2 Superficies
Elegir los azulejos para el baño no es solo una cuestión estética, sino también funcional. Ragno propone una amplia gama de soluciones que combinan tecnología, diseño y resistencia: desde superficies efecto resina hasta las interpretaciones más auténticas de la madera, pasando por las sugerencias matéricas de la piedra o el mármol, cada colección está pensada para responder a las más diversas necesidades de diseño.
La amplia variedad de colores, formatos y texturas permite crear espacios personalizados, donde cada zona del baño – desde la pared de la ducha hasta el suelo – encuentra su perfecta armonía entre estética y funcionalidad.
 
          
   
          
   
          
   
          
   
          
   
          
   
          
   
          
   
          
   
        
          
   
          
   
          
  El gres porcelánico para el baño representa hoy en día una de las opciones más fiables para quienes buscan un material que combine durabilidad y diseño. La alta resistencia al agua, a los cambios térmicos y a la humedad lo hace ideal para cualquier zona del baño, incluidos espacios especialmente exigentes como la ducha.
Gracias a las superficies antideslizantes, este material ofrece una sensación de seguridad incluso descalzo, convirtiéndose en un aliado valioso para la realización de duchas walk-in modernas.
El mantenimiento diario se reduce al mínimo: basta un detergente neutro para mantener el revestimiento del baño higienizado y brillante. Además, el gres no absorbe líquidos y resiste a cosméticos, jabones y productos químicos, conservando intacta su belleza con el paso del tiempo.
El baño es un espacio cada vez más vivido, para diseñar con materiales que reflejen gusto y personalidad.
Los efectos matéricos inspirados en la naturaleza son los protagonistas de las colecciones Ragno: la calidez de la madera, traducida en azulejos de baño impermeables y duraderos, aporta una sensación acogedora y refinada. La piedra, en tonos como arena y antracita, transmite solidez y una elegancia discreta, mientras que el mármol, con sus vetas realistas, añade un toque escenográfico incluso al baño más esencial. Para quienes aman un estilo contemporáneo y minimalista, las superficies efecto resina o cemento ofrecen uniformidad visual y sobriedad formal.
También las estrategias visuales juegan un papel clave: colores claros y grandes losas amplían la percepción del espacio, mientras que las colocaciones horizontales o en diagonal ayudan a corregir proporciones irregulares.
Ejemplos de disposición de los azulejos del baño incluyen soluciones con insertos de mosaico para realzar paredes de lavabo o nichos de ducha, además del uso creativo de los azulejos “tipo metro” colocados en espiga o estilo ladrillo. Para un pavimento de baño ligero y continuo se pueden elegir losas de gran formato, mientras que módulos pequeños y mosaicos permiten decoraciones personalizadas y detalles artísticos.
La elección del acabado es decisiva para definir el estilo y la percepción del espacio. Las superficies mate ofrecen un efecto más natural y matérico, ideal para quienes desean un revestimiento de baño moderno y sobrio, perfecto también en espacios de tonos pastel o neutros.
Por el contrario, los acabados brillantes son ideales para incrementar la luminosidad y dar una sensación de amplitud y brillo: en espacios pequeños o sin ventanas, esta característica puede marcar la diferencia.
Los azulejos de baño tridimensionales introducen dinamismo y profundidad, creando juegos de luces y sombras en las paredes: una solución original y de diseño para realzar rincones como el lavabo o el área del espejo.
Ragno interpreta cada tendencia a través de colecciones capaces de adaptarse a diferentes gustos.
Para un look moderno y contemporáneo, el gres porcelánico efecto resina en tonos fríos y soft-touch es ideal, creando espacios visualmente coherentes y relajantes. Quienes prefieren detalles del pasado pueden optar por mayólicas decorativas o mosaicos gráficos, ideales para evocar el espíritu de los años 50 y 70 gracias al uso de tonos pastel y superficies mate.
La verdadera personalización surge de las combinaciones tono sobre tono y de los contrastes sofisticados: superficies brillantes combinadas con soluciones matéricas garantizan un diálogo interesante, mientras que acentos en azul, turquesa o antracita definen paredes con personalidad.
La combinación entre azulejos marmoleados e insertos de mosaico ofrece soluciones refinadas, perfectas para zonas de acento alrededor del lavabo o para realzar la pared de la ducha.
Cuando se pregunta “¿cuál es el mejor color para el baño?”, la respuesta debe buscarse en el equilibrio entre luz, espacio y estilo deseado: los tonos neutros como beige, gris y blanco siempre son una garantía de elegancia atemporal.