El gres imitación madera y resina dialoga con el tiempo y la piedra en la guest house Inde á la terre

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Hay lugares que hablan de sí mismos a través de la luz, el azul del cielo y el mar o los materiales de su arquitectura. Uno de ellos es, sin duda, la región italiana de Apulia, un nombre antiguo que evoca al instante su vínculo con la civilización grecorromana, cuyos vestigios asoman a cada paso en todos los rincones.

A pocos kilómetros de la ciudad de Bari, Molfetta presenta un amplio frente de cara al mar, reunido en torno al casco antiguo y el puerto. Su centro fascinante —con sus historias, sus callejas intrincadas y soleadas, y su olor a tierra y a naturaleza— hay que descubrirlo lentamente, sin prisas.

Un ritmo de vida transmitido por el lugar y también por la arquitectura de los nuevos establecimientos hoteleros que año tras año, temporada tras temporada, acogen a los turistas y curiosos provenientes de todas partes del mundo.

Una dirección que merece estar entre nuestros preferidos es la casa de huéspedes Inde á la terre, diseñada con mucho mimo y esmero por la arquitecta e interiorista Gabriella Azzolini. Respetar los orígenes: ése es el punto de partida del diseño de los nuevos espacios, que muestran un equilibrio perfecto entre lo viejo y lo nuevo, entre la tradición y la innovación.

La base es la piedra local, que representa una especie de caparazón protector, antiguo y sólido. En el interior, en cambio, sucede algo inesperado, cálido y acogedor. La nueva geometría de los espacios, multiplicados por los reflejos del cristal y los espejos, delinea interiores modernos y luminosos en los que pasar días enteros relajándose con toda calma.

Nada habría podido combinar las nuevas exigencias con los ambientes existentes tan bien como lo hace la apariencia de la madera. Por eso, se ha optado por el gres imitación madera Woodsense, en su delicada variante Beige y en el formato 20×120 cm, elegante y fácil de colocar incluso en espacios con una planta geométrica compleja y articulada.

En uno de los baños de la casa de huéspedes, la búsqueda de una estética delicada, aterciopelada y luminosa se ha concretizado en el gres porcelánico Patina, la propuesta de Ragno que responde a los gustos de quienes aman la uniformidad de la resina y los de quienes, en las superficies de gres, también quieren ver las huellas del tiempo y de los gestos repetidos día tras día, año tras año, generación tras generación.

En las paredes y el suelo, las placas de 75×75 y 75×150 cm definen una envolvente uniforme, pero no demasiado, valorizada con acierto mediante el aporte de la iluminación interior y la blancura de la cerámica de los sanitarios.

La luminosidad y la suavidad táctil y visual de todos los elementos compositivos del diseño de interiores de Inde á la terre trasladan sugestiones antiguas, ecos de recuerdos lejanos, a un espacio habitable.