Nueva vida para un resort

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En el Falkensteiner Family Resort Lido el estudio Noa reinterpreta el concepto de hotel dedicado al bienestar de niños y adultos. Las superficies cerámicas de Ragno llevan al interior los colores del paisaje circunstante.

Muy pocos saben interpretar almas y deseos diferentes tan bien como lo hace Noa, uno de los estudios más reconocidos en lo que concierne a la arquitectura montañesa. Sus arquitectos lo hacen una vez más con naturalidad, y en este caso incluso con una pizca de jovialidad, en la reforma del conocido Falkensteiner Family Resort Lido, en Casteldarne, en Val Pusteria, complejo hotelero orientado a alojar a familias con niños, que la propiedad —que gestiona treinta estructuras receptivas en seis pueblos limítrofes— decidió ampliar y dotar de nuevas funciones, si bien siempre corroborando su vocación de hospitalidad.

Identificándose con los posibles sueños de los usuarios, los arquitectos de Noa empezaron por el techo, revolucionando su estética y su uso: de simple cobertura a increíble estructura de cemento armado de forma sinuosa que va rebajándose hacia los lados para transformarse por un lado en una pista de esquí, en área de juego o en un simple terraplén, mientras que por el lado contrario se convierte en pista para los bobby cars y miniparque de atracciones sobreelevado.  Un invento, una construcción originalísima y jocosa que se integra en el paisaje dejando que la naturaleza “se encarame al tejado”.

Para uniformar los viejos y los nuevos elementos arquitectónicos se ha adoptado un único color para las paredes y esquemas geométricos de madera natural que evocan los antiguos heniles alpinos.

El diseño de los interiores mantiene la misma coherencia. Está pensado para asegurar la diversión de los más pequeños y el relax de sus padres. Este concepto ya se evidencia en la recepción, con pilares decorados que evocan los elementos forestales circundantes, carruseles y columpios. Y en las treinta y seis nuevas habitaciones, añadidas a las ochenta y dos existentes, que presentan el formato de la habitación comunicada, con zonas separadas para padres e hijos.

Un diseño proyectivo tan esmerado no podía no contemplar una cuidadosa selección de los materiales empleados, empezando por los pavimentos, pues todos sabemos que precisamente el suelo es el “terreno” de juego preferido de los niños.

Las colecciones de Ragno responden perfectamente a los criterios estéticos, de seguridad y de mantenimiento que el estudio exige: “Con Ragno hemos establecido una colaboración de larga duración; es una marca que elegimos a menudo y que realza nuestros proyectos. La amplia gama de colecciones, así como un abanico de colores más que generoso, hace que podamos servirnos de ella en proyectos de los más diversos. Para el Falkensteiner Family Resort Lido, un hotel centrado en las familias y diseñado teniendo en cuenta qué hace felices a los niños, los acabados de Ragno se adecuaban perfectamente a nuestras necesidades.”

Las combinaciones cromáticas de las superficies cerámicas de los varios espacios también contribuyen a crear en los ambientes esa atmósfera relajada que se busca, y la consiguiente sensación de bienestar en los huéspedes.  En el área del restaurante —ampliado y provisto de una terraza con una zona de recreo infantil, estructurado en tres niveles para que todos los comensales puedan disfrutar de la vista del lago, con una decoración que se inspira en la naturaleza circunstante— el gres se articula en las diversas colecciones, hecho que prueba el carácter transversal, la multiplicidad y la funcionalidad de las soluciones que brinda Ragno.

Para los pavimentos, Eterna Arena se ha seleccionado no solo por el aspecto natural de la imitación de la piedra, sino porque incorpora el tratamiento CleanOut Antibacterial Protection, la tecnología antibacteriana de Ragno que garantiza higiene y salubridad gracias a la aportación de iones de plata durante el proceso productivo. Por otra parte el efecto matérico del cemento con la superficie levemente texturizada y mate del gres porcelánico Stratford en un confortante color Blue (60 x 60 cm) delimita el área de las mesas.

En la zona del bufé —constituida por estaciones en forma de caseta y por carritos sobre ruedas con alturas distintas para permitir el acceso a los niños— el revestimiento de los mostradores se sirve de la serie Tempera en la estructura Trape 3D y en el cálido acabado Crema (30 x 90 cm), que casa a las mil maravillas con los pequeñas azulejos tridimensionales de Gleeze en la estructura Eye para pared y en el color Beige (7,5 x 20 cm), cuya superficie Glossy genera interesantes juegos decorativos, de luz y de dinamismo en el ambiente.

En este resort, tan atento a las exigencias de sus huéspedes, no podía faltar la zona de bienestar, amplia y peculiar, proyectada con pilares-árboles que sostienen el bosque y asientos-nidos que cuelgan del techo, evidentes remisiones a la naturaleza circundante. Aquí las propiedades antibacterianas, antideslizantes y de resistencia de los materiales cerámicos de Ragno son fundamentales. La serie Eterna de imitación de la piedra se utiliza profusamente en las muchas variantes de textura Arena, Mix Beige, Mix Gris y Mosaico, sin solución de continuidad entre el interior y el exterior.

La generosa piscina climatizada que se extiende al exterior —dándole un carácter especialmente sugestivo al ambiente en los meses invernales— está revestida con Realstone_Navigli natural, un gres de imitación de la piedra (30 x 60 cm), cuya superficie, gracias a la moderna tecnología que incorpora, resulta a un tiempo agradable al tacto y perfectamente antideslizante; para delimitar su área exterior, en cambio, se ha preferido la tonalidad cálida y neutra de la variante Realstone_Jerusalem XT20 Noce en el formato de 50 x 100 cm y el grosor de 20 mm. También en el exterior, los espacios comunes pensados para el relax están revestidos con el gres porcelánico Season, elegante, sobrio y resistente a las heladas.

Fotos: Alex Filz