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Mezcla de motivos y colores en una colección que rinde homenaje al encanto y la elegancia de las baldosas hidráulicas de principios del s. XX
Mezcla de motivos y colores en una colección que rinde homenaje al encanto y la elegancia de las baldosas hidráulicas de principios del s. XX
Las obras de reforma y rehabilitación de edificios son cada vez más frecuentes y han contribuido a revalorizar los estilos y los materiales utilizados en la arquitectura durante las pasadas décadas. Así hemos vuelto a descubrir el amor por la mayólica y las baldosas hidráulicas tradicionales.
Las colecciones de gres como Ottocento de Ragno nacen a raíz del deseo y la necesidad de aunar la cultura y el diseño, la estética y la practicidad. Esta colección reproduce fielmente el aspecto y la calidez de los suelos de pastas de cemento que se difundieron a principios del s. XX y que hoy se reinterpretan y se vuelven a proponer en clave de diseño.
Una colección ecléctica, con infinitas expresiones estilísticas.
Un solo formato (20×20) y un borde desgastado que recuerda las imperfecciones de los suelos antiguos, en una colección excepcionalmente versátil: Ottocento puede utilizarse para revestir suelos y paredes, como elemento decorativo o sobre encimeras para crear un resultado escenográfico inesperado. Es perfecta tanto en interiores residenciales como comerciales, resulta adecuada para el uso en exteriores y es idónea para aquellos lugares que quieren expresar su ánimo vintage y el gusto por los ambientes informales y un poco bohemios.
Propone ocho variantes monocolor, delicadas y pulverulentas, tal como dictan las últimas tendencias del interiorismo, que van desde los tonos cálidos hasta los fríos para responder a diferentes exigencias cromáticas. Sin embargo, Ottocento expresa al máximo su eclecticismo a través de los grafismos y motivos propuestos: «Mix» combina entre sí nada menos que 20 decoraciones geométricas (de colores cálidos y fríos); 8 de ellas también han sido seleccionadas para «Tappeto», una decoración útil para crear puzles cromáticos decorativos que pueden combinarse con los tonos monocolor, dándole rienda suelta a la fantasía. Las infinitas posibilidades de colocación dan vida a soluciones de carácter único e inimitable.
Un homenaje a nuestros históricos edificios de época, una mirada un poco nostálgica hacia nuestra tradición arquitectónica: Ottocento ofrece una superficie cerámica decorativa con un ánimo retro que sabe introducirse perfectamente en los espacios contemporáneos.