Pequeños ladrillos de 10 x 30 cm componen una gama de productos de espíritu ecléctico y sofisticado. La superficie, caracterizada por presentar acabados artesanales que la hacen especialmente suave y agradable al tacto, es muy resistente tanto a las manchas como a los agentes químicos y no requiere tratamientos superficiales, a diferencia del ladrillo natural. La colección Brick Glossy se ve valorizada de la mejor manera si se utiliza combinada con materiales distintos para el pavimento, como, por ejemplo, el gres porcelánico de efecto madera, piedra o cemento, convirtiéndose de este modo en un fondo naturalmente matérico, perfecto para dar rienda suelta a la fantasía optando por decoraciones sofisticadas de sabor urban.